06 marzo 2014

Kleine Pause


Hace ya casi un año y medio que abrimos este blog. Éramos todo ilusión y durante los primeros meses no hablábamos de otra cosa. Esto quedaría bien en el blog ¿no? ¿Creamos otra sección? Tenemos que ir al bar de las bravas. ¡Podríamos hacer una encuesta! Jolin, nadie nos comenta, voy a poner algo como Anónimo.

Nos lanzábamos a la calle cámara en mano, no nos perdíamos un mercadillo, probábamos todos los bares  y cocinábamos nuevos platos. Teníamos la carpeta de borradores llena de posts y una libretita a rebosar de temas pendientes. Nuestros amigos nos daban ideas y nos prometían posts que nunca llegarían a escribir.

Sin embargo, desde la llegada del nuevo curso, ya no somos tan prolíficas. Eso es porque Mel ha dejado de engrosar las listas del paro y ya no tiene tanto tiempo para escribir y porque Mar ya no está tan inspirada. Además, Mar esta a punto de pasar un mes en Berlín y no tendrá mucho tiempo para la lírica, aunque a la vuelta tendrá muchas cosas que contarnos.
See you later alligator!


Así que, después de intensas reuniones, hemos decidido tomarnos un respiro. No queremos tener que escribir algo deprisa y corriendo, teneros semanas sin nuevo post o dejar directamente de escribir y que os encontréis con "Saca el Baileys cheli" cada vez que entréis ilusionados.

Que quede claro que esto no es un adiós, sino un hasta luego. Esto es un kit kat para recuperar fuerzas y para volver por todo lo alto cuando la carpeta de borradores vuelva a estar llena y la libretita de ideas echando humo. Así que podéis seguir escribiéndonos y pasando por aquí de vez en cuando.

Así que sin más dilación, nos despedimos con besos y abrazos para todos. ¡Nos vemos a la vuelta!

27 febrero 2014

Saca el Baileys cheli

Pues sí, saca el Baileys pero el más auténtico, hecho por ti, dejarás a tus invitados asombrados y, aunque reacios al principio, cuando lo prueben subirás al olimpo de los gastroamigos. Es perfecto para organizar una fiesta o cena en casa o para llevar cuando te inviten a casa de amigos.

Nunca se nos había ocurrido lo fácil que puede llegar a ser hacer este licor irlandés y lo bueno que sale, nos atrevemos a decir que incluso mejor que el original, si no nos creéis os retamos a probarlo. 
Es tan sencillo como todas las recetas que nos gustan a las Sinpelas, se basa en batir bien con un robot de cocina o batidora todos estos ingredientes:

  • 1 flan de vainilla (por ejemplo nosotras usamos los de la marca DIA, son baratísimos)
  • La misma medida del flan de café cargado, de whisky y de ron (es decir, bote del flan lo reutilizaremos  para medir estos tres ingredientes antes de añadirlos a la mezcla)
  • 1 cucharada sopera de cacao en polvo.
  • 1 lata de 370 gramos de leche condensada.
Se bate todo, ya solo queda meter la mezcla en una botella que sea "aparente" (¡qué nos gusta aparentar!), servir bien frío y triunfar como la coca cola, bueno, ¡como el Baileys!

Esta buenísimo...mmm... me voy a servir otro... entra muy bien... ¿Borracho yo? ¡Peor lo tuyo que estás borroso!

12 febrero 2014

Lasaña Espinosa


Hoy os traemos una nueva receta a nuestra sección preferida. Nuestro experto en Community Manegement (¿quién no tiene uno a estas alturas?) nos advirtió que Cocineando es la sección que recibe menos comentarios y que si queremos ser famosas quizás deberíamos escribir sobre otras cosas. Pero nosotras sabemos que, aunque no decís nada, os gustan nuestras recetas y os imaginamos en vuestras cocinas (todas con una isla en medio) haciendo un Tiramisú del bueno o un Rollazo de verano.


Bueno, para rollazo el que os hemos metido, pero siempre luce mucho una buena introducción, también lo dice el experto. Pero bueno, ya está, así que sin más dilación os presentamos el plato de hoy: Lasaña Espinosa.

El chef Espinosa en pleno proceso creativo
Se trata de una lasaña vegetariana que nos cocinó con mucho amor nuestro amigo el chef Espinosa en nuestra reciente visita a Manchester. Nosotras le hicimos de pinches y fuimos tomando nota de todo. Ahí va:

Necesitaremos verduras de temporada que saltearemos a fuego alegre en una sartén grande. En la nuestra había boniato, cebolla, ajo, calabacín y champiñones, pero vale cualquier vegetal que tengas en casa. Salpimentamos y echamos un chorrito de vino blanco. Cuando las verduras estén cocidas añadimos tomate frito (todo a ojo, ya sabéis). Comprobamos que esté bien de sal y lo reservamos.

Para hacer la bechamel ponemos en una cacerola en este orden dos cucharadas de mantequilla, tres cucharadas de harina, dos tazas de leche, nuez moscada y sal. En todo el proceso no dejamos de remover suavemente. Apagamos el fuego y seguimos removiendo hasta que quede la típica textura de la bechamel.

He aquí la cena de la felicidad
¡Y ya podemos montar la lasaña! El chef Espinosa utilizó unas láminas de pasta que no hacia falta cocinar antes, nos pareció una gran idea. Nosotras nos habíamos quedado en las típicas que hay que hervir antes. Ponemos una capa de láminas de lasaña sobre una fina capa de tomate frito, otra de verduras, otra de queso rallado (mejor fuerte) y repetimos hasta tres veces. La última capa tiene que ser de pasta. Cubrimos todo con bechamel y lo ponemos al horno 30 minutos a 200 grados. Lo sacamos con cuidado, añadimos mozzarella por encima y lo horneamos 10 minutos más. ¡Y listo!

El resultado fue espectacular y entre cuatro personas de peso y estatura normales nos comimos toda la fuente que sale en la foto. Con un poco de pan de ajo y ensalada de acompañantes. Es lo que tiene el frío, que necesitas más calorías. Si es que el que no se consuela es porque no quiere.

05 febrero 2014

No quiero ponerme como una vaca lechera

Mel no quiere acabar así
Queridas Sinpelas,

Estoy en un momento de mi vida en el que todo está cambiando: estoy en mi primer trimestre de embarazo y aunque lo llevo fenomenal, como de todo y no he engordado aún, tengo miedo a ponerme como una vaca lechera (nunca mejor dicho), o peor aún, a perjudicar al ser que está dentro por no llevar control de mi alimentación. Como buena Sinpelas que soy, me encanta comer y tengo miedo que mis ganas de tragar se multipliquen por 1000 en mi estado.

Y es que los únicos síntomas que he notado son, aparte del mayor volumen de mis pechos, con lo que estoy encantada, es que no puedo estar más de dos horas sin comer, aunque sea algo pequeño. Me muero de hambre cada dos horas, y como pasen tres creo que me comería a mis compañeros de trabajo.

Así que mi consulta es: ¿podríais recomendarme cosillas que comer entre comidas que sean sanas y no afecten a mi salud o a mi peso?

Mel


Hola amiga Mel, ante todo !!felicidades por tus nuevos pechos!!

Bromas aparte estamos muy contentas de que pronto tendremos a un o una Sinpelitas por aquí. Parece que lo llevas muy bien y eso es muy buena señal.

Este apetito tan voraz del que estamos dotadas nos ha hecho expertas en lo que los ingleses llaman "healthy snacks" y será por eso que no estamos como vacas lecheras (aunque algunas tenemos un pasado oscuro...).

Para no enrollarnos más vamos a hacerte una lista de aperitivos que puedes tomar a cualquier hora y saciar tu ansia gastronómica, o calmarla hasta la hora de la próxima comida:

¡Al rico altramuz!
 - Altramuces (sí, estos aperitivos que pueden parecer retro o nos recuerdan a nuestra niñez, todavía están a la venta en supermercados y son sanísimos).
- Pistachos (todos los frutos secos en general, pero estos se llevan la palma por su sabor y lo entretenido que es pelarlos, eso hará que comas menos).
- Aceitunas (intenta que sean de buena calidad, nada de las de lata con la anchoa dentro).
- Fruta (nuestras preferidas para llevar en el bolso son el plátano y la manzana, aunque un tupperware con uvas, piña o mandarinas ya peladas es también buena idea).
- Chocolate (sí, no te preocupes, te lo puedes permitir, aunque procura que sea lo más puro posible, sin leche y no comer más de una onza).
- Leche de avena con cereales (esto es especialmente lo que tomamos cuando tenemos un ataque de algo dulce, normalmente en casa, lo saciamos con leche de avena calentita y cereales de copos integrales con chocolate negro o con miel, te quedarás llenísima y al fin y al cabo es mejor eso que comerte siete donuts).

Ya nos contarás cómo va la dulce espera, Mel. ¡Muchas felicidades futura mamá!

30 enero 2014

Ensalada de cous cous

Quizás nunca se os había ocurrido utilizar el cous cous para hacer ensalada. Las Sinpelas somos muy dadas a hacer de todo una ensalada, ensalada de arroz, pasta, patata, lentejas, alubias... y aunque mucha gente piensa que las ensaladas, al igual que las bicicletas, son para el verano, para nosotras una buena ensalada no entiende de estaciones, como el Salmorejo, del que nos beneficiamos todo el año.

¡Abanico de colores, el Feng Shui de la comida!
Bueno, vayamos al grano (nunca mejor dicho), esta sencillísima ensalada de cous cous, que ha tenido mucho éxito en cenas con amigos y fiestas varias, la descubrí hace años en un paquete de aguacates del mercadona. Supongo que en aquella época la gente no sabía muy bien qué hacer con los aguacates y por eso venían con recetas dentro del paquete. Me pareció muy  buena idea, pero decidí mejorarla con palitos de cangrejos y pasas sultanas, y el resultado fue espectacular.

El cous cous, como muchos sabréis, no tiene mayor ciencia que añadir la misma cantidad de cous cous que de agua, se le añade cuando el agua está hirviendo y se retira del fuego. Por efecto casi májico ya tenemos nuestro cous cous, podemos dejar enfriar y separar un poco los granos con un tenedor, a veces queda apelmazado.

Mientras tanto, en bol de ensalada,  añadimos los ingredientes bien picaditos: cebolla fresca, tomate, pimiento rojo, palitos de cangrejo y aguacates. Añadimos el cous cous, las pasas y finalmente cilantro picado (esto le dará el toque especial de sabor). Yo lo aliño con un poquito de sal y aceite de oliva solamente.

Probadlo, y si se os ocurre algo más para mejorarlo, ¡somos toda oídos!
Detalles entrañables en nuestra cocina...

25 enero 2014

De Tapas y cruzcampos por Sevilla (I)




En cualquier otro lugar decir "de tapas y birras" hubiera sido lo más común, pero aquí en Sevilla hay muchas cosas poco comunes, entre ellas su amor por la cerveza Cruzpampo, no existe nada más en el horizonte. Es más, si pides alguna cerveza diferente tendrás fama de intelectualillo o inadaptado durante años. 
Bromas aparte, Sevilla es el paraíso del tapeo. Aquí irse de tapas en una costumbre tan asimilada en la rutina semanal como ir a la compra.

Comienza hoy esta entrega por capítulos donde recomendaremos los mejores y más auténticos bares sevillanos, pero como da para tanto lo vamos a hacer por zonas de la ciudad. Hoy comenzaremos con Santa Catalina.
Eme y sus santos y vírgenes (¡y no me refiero a las personas de la barra!) 

En esta zona, dentro del casco antiguo, están mis tres bares preferidos, auténticos y con años a sus espaldas. El primero de ellos es CASA EME, un local de unos 18 metros cuadrados donde no sobra ni un centímetro en sus paredes, decoradas con vírgenes, jesuses y santos, pero que esto no os eche para atrás (o quizás o anime), aquí podréis comer las mejores coquinas, caracoles y montaditos de lomo al whisky que podáis imaginar. Su dueño lo lleva todo casi solo, con un camping gas y una tiza donde hace las cuentas en la barra (costumbres prehistóricas que aquí en el sur no se han perdido), es un hombre muy correcto y amable, ahora eso sí, muy ocupado, así que intenta ir tempranito para no tener que hacer cola en la barra y poder incluso sentarte en los dos taburetes que hay dentro.
Las especialidades de Casa Eme, solo para abrir boca...

A unos 7 minutos caminando desde casa Eme, que os vendrán bien para hacer hambre, encontraréis con el famoso RINCONCILLO,

una taberna que data del siglo XVII y que sigue siendo uno de los sitios con más solera de la capital . Allí, si sois avispados y os hacéis un hueco en  los barriles que hacen de mesa os recomendamos los chocos de Huelva, tiernos y en su punto de fritura, y las pavías de bacalao. Aunque si os va más la carnaza tienen también gran variedad, como denotan los jamones y chorizos que cuelgan de su techo. Para comidas o cenas más formalitas también tienen un salón restaurante.

¡Una de chocos de Huelva marchando!
Y por último, y para terminar de reventar y coger fuerzas para una noche de marcha sevillana, que mejor que el bar de enfrente, LOS CLAVELES, en la Plaza de los Terceros, otro bar mítico de la zona, donde nada más entrar los camareros, con la amabilidad informal que caracteriza a los bares  del sur, te harán sentir como en casa. Recomiendo fervientemente el montadito de Secreto al Roquefort, o "secrealroque", como ellos le llaman, es una delicia que se te deshace en la boca. Sin desmerecer a los revueltos de setas, las albóndigas de gambas y choco...

 Y así termina aquí la primera entrega de tapeo en Sevilla, así que "walk, my weapon", ¿nos hacemos unos montaditos?

15 enero 2014

¿Qué es eso? ¡Tarta de queso!

Me costó un mundo que me pasaran la receta de esta tarta de queso. Mi amigo @cristogalan se hizo el remolón: que si yo no paso recetas, que si es mía, que si ya veremos.... Yo usé todas mis armas: le dije lo guapo que era, lo delgado que estaba, le comenté todas las fotos de Instagram... Y un día, cuando ya casi había tirado la toalla, recibí toda la receta en mi WhatsApp, ¡viva la vida moderna!

Al poco me puse manos a la obra, quería volver a probar esa deliciosa tarta. Creía que la tenía idealizada, pero no, está buenísima. Aquí os paso la receta, ya veis que a mí no me tenéis que sobornar...bueno, me podéis decir que soy mona y simpática.


Perfecta para la hora del té.
Para la base se necesitamos 175 gramos de galletas tipo Digestive, 100 gramos de mantequilla y una cucharada de azúcar. Trituramos las galletas y las mezclamos con el azúcar y la mantequilla previamente derretida en el microondas. Ponemos la masa resultante en el fondo de un molde.

¡Y ahora el relleno! Necesitamos 500 gramos de queso crema (mi amigo me dijo quark pero yo le puse Philadelphia que es lo que tenía), 4 huevos, dos yogures griegos, dos cucharadas de harina, 200 gramos de azúcar y la ralladura de un limón.

Separamos las claras de la las yemas y montamos las claras a punto de nieve. Por otro lado mezclamos el azúcar, las yemas, el queso, los yogures y la ralladura de limón. Lo mezclamos todo en un bol y lo añadimos sobre la base de galletas.

Horneamos todo 10 minutos a 170 grados (previamente pre-calentado) y 40 minutos a 150 grados. Dejamos que se enfríe en el horno y después lo pasamos a la nevera. Dos consejos: mejor comer de un día para otro y añadirle mermelada de fresa por encima. Mmmmmm ¡irresistible!
¿Qué fue de los libros de recetas?